Los visados de obra nueva crecen más de un 20% hasta mayo y superan las 40.000 unidades

Los visados de dirección de obra nueva en los cinco primeros meses del año se han situado en 41.934 unidades, cifra que es un 20,4% superior a la registrada en el mismo periodo del año anterior (34.824), según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma).

De este total, 10.639 visados (37,8% más que hasta mayo de 2020) fueron para viviendas unifamiliares y 31.278 (+15,5%) a edificios de viviendas en bloque.

Además, se concedieron 17 visados de obra nueva para otro tipo de edificios que no son ni viviendas unifamiliares ni en bloque. Esta cifra es un 42% superior a la registrada durante los cinco primeros meses de 2020.

En el mes de mayo se registraron un total de 8.976 visados de obra nueva, un 36,2% más que en el mismo mes de un año antes, cuando se registraron 6.591 visados. De estos, 2.428 fueron de viviendas unifamiliares (+75,2%) y 6.547 de edificios en bloque (+25,8%). Por otro lado, solo se solicitó un permiso para construir otro tipo de edificios.

De la estadística también se desprende que la superficie media por vivienda fue de 194,1 m2 en el caso de las viviendas unifamiliares y de 110,6 m2 para las viviendas en bloque. En otros edificios, la superficie media fue de 145 metros cuadrados.

Más mejoras a la vista

En 2020, y por primera vez desde 2014, en España se terminaron más viviendas que las nuevas que se iniciaron. Según los datos del Mitma recopilados por la Asociación Hipotecaria Española (AHE), las viviendas terminadas marcaron máximos de 2012, mientras que las iniciadas volvieron a niveles de 2017.

Según los expertos consultados por idealista/news, esta diferente evolución se debe al impacto de la pandemia, que frenó la puesta en marcha de proyectos, aunque las obras que ya estaban en marcha siguieron su curso.

En este sentido, Daniel Cuervo, director general de la Asociación Promotores Inmobiliarios de Madrid (ASPRIMA), recuerda que “la incertidumbre creada por el coronavirus disminuyó el volumen de viviendas iniciadas prácticamente un 20% durante el año pasado, situándolo en niveles no vistos en tres años. La obra en curso, por su parte, se desarrolló con normalidad (salvo en el parón producido por el confinamiento más severo) y las viviendas se han terminado y entregado según lo previsto”.

En esa misma línea, José Luis Bellosta, presidente ejecutivo de Solvia, insiste en que “estos últimos años hemos sido testigos de cómo los visados de obra nueva y el número de viviendas terminadas iban creciendo poco a poco. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, la puesta en marcha de nuevos proyectos se frenó por los meses de confinamiento, la situación de incertidumbre y, por ende, por el descenso de la financiación tanto pública como privada. Por tanto, los visados se redujeron y los proyectos que ya estaban en marcha se finalizaron”.

De cara a este año, sin embargo, el mercado prevé un cambio de tendencia. Mercedes de Miguel, directora de operaciones de Gesvalt, ve probable que “persista la tendencia de recuperación de la actividad inmobiliaria en cuanto a viviendas iniciadas, principalmente por el efecto que supuso el covid-19 sobre el mercado de obra nueva”, y “que todas aquellas promociones que paralizaron su comercialización y desarrollo durante 2020 se vayan incorporando al mercado durante todo el 2021, como ya se ha empezado a observar en esta primera parte del año”.

En su opinión, este año la cifra de viviendas iniciadas podría volver a niveles precovid y quedarse en línea con 2019, cuando se iniciaron más de 106.000 inmuebles, aunque todo dependerá de cómo evolucionen la pandemia o las condiciones de financiación bancaria a los hogares, algo “que todavía no podemos valorar”.

Desde ASPRIMA también insisten en que “la demanda de vivienda nueva es claramente superior a la oferta, por lo que el inicio de promociones debiera acelerarse hasta un nivel de equilibrio cercano a las 125.000 viviendas/año (que es la cifra de creación de hogares que nos indica el INE) y, por otra, la inversión está volviendo a fluir hacia el sector y las incertidumbres se han disipado, si no totalmente, sí en su gran mayoría, concretándose en un crecimiento vigoroso de la economía, la recuperación del mercado laboral y unos tipos de interés que van a continuar bajos bastante tiempo”.

De consolidarse ese promedio, la producción de viviendas de obra nueva tocaría máximos desde 2008, aunque seguiría muy lejos de los niveles registrados durante el ‘boom’ inmobiliario: solo entre 2005 y 2007 se iniciaron 2,24 millones de inmuebles en España, casi ocho veces más que entre 2018 y 2020.

[Fuente: Idealista]

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