El sector inmobiliario, uno de los motores de la economía española

La pandemia de la Covid-19 ha sacudido en pocos meses todos los ámbitos de la economía española. La crisis sanitaria y las restricciones adoptadas para minimizar la propagación del coronavirus han contagiado rápidamente a todos los sectores e indicadores económicos, incluida la construcción y la adquisición de viviendas.

Sin embargo, el sector inmobiliario ha sido uno de los que mejor ha aguantado el envite y uno de los que más rápidamente ha mostrado signos de recuperación desde el levantamiento del estado de alarma, y tanto las empresas del sector como los especialistas confían en que también en esta ocasión se constituya en motor de la mejoría económica.

Desde mediados de los años noventa el sector inmobiliario se ha constituido como uno de los impulsores del crecimiento de la economía española, tanto desde el punto de vista de la expansión como del empleo, además de generar un importante volumen de inversiones tanto nacionales como internacionales.

Al término de 2019, el peso de la construcción en el PIB representaba el 5,9% del total, por un valor de 73.500 millones de euros, y daba empleo directo a 1,28 millones de personas en nuestro país, además de contribuir a la actividad de otros sectores.

La previsión de aumento del desempleo durante 2021 por parte del Banco de España (que sitúa en el 19,4% en el escenario más benévolo), la reducción de las rentas, la incertidumbre generada en los consumidores por esta crisis atípica o un posible endurecimiento en la concesión de créditos por parte de los bancos podrían, sin embargo, afectar a las previsiones moderadamente optimistas que alberga el sector.

Generadora de empleo

Aunque la construcción consiguió mantener cierta actividad durante el estado de alarma, el sector sufrió el mayor aumento en el desempleo en el comienzo de la pandemia, junto con la hostelería, debido a las restricciones impuestas a la actividad.

Sin embargo, a partir del mes de abril el sector de la construcción comenzó a recuperar de forma rápida una buena parte de los empleos destruidos, liderando la recuperación en el empleo. Lo mismo ocurrió con los trabajadores en ERTE, que no figuraban como desempleados en los datos del Ministerio de Trabajo: los 134.000 trabajadores inmersos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo a finales de abril pasaron a 93.400 al término del mes de mayo.

El carácter de la construcción como factor fundamental en la recuperación económica se hace más evidente en un contexto en el que los sectores que tradicionalmente han sido los motores de la economía española, como el turismo, la automoción o los servicios, se han visto aún más afectados por las restricciones sociales y a la movilidad y la caída del consumo.

Según pisos.com, dos de las ventajas con las que parte el sector inmobiliario son la demanda no atendida que ya se apreciaba antes de la pandemia, que no llegaba a cubrirse con la oferta existente, y la planificación de proyectos e ingresos a un mayor plazo que el de otros sectores, que hacen prever que las estimaciones poco optimistas para 2021 tanto en el ámbito económico, en general, como laboral, en particular, afecten en menor medida al sector en comparación con otros ámbitos de actividad. Sin olvidar la capacidad de la construcción de generar empleo en el corto plazo y de afectar en consecuencia positivamente al consumo.

Recuperación a distintas velocidades

Esa demanda no cubierta se hace especialmente visible en capitales y cinturones metropolitanos en los que la bajada de los precios de compraventa ha pasado prácticamente desapercibida. Por poner varios ejemplos, en la ciudad de Madrid el mes de agosto, tras los meses más críticos para el sector, acabó con una subida interanual del 0,57% en el precio medio de la vivienda de segunda mano, y en capitales como Donostia y Palma de Mallorca la subida fue del 9,57% y el 8,30%, respectivamente.

Es en estas grandes ciudades y sus cinturones donde están puestas las mayores expectativas en la recuperación del sector y el aumento del empleo, en las que se espera que la demanda se vea resentida en menor medida. También la compraventa de la vivienda de lujo en España se ha mantenido estable durante la pandemia, menos afectada por la incertidumbre y la pérdida de poder adquisitivo de los compradores.

En provincias y en las ciudades de menor tamaño, sin embargo, sí se ha percibido, y se sigue haciendo notar, la bajada en el precio de la vivienda, y la previsión es más incierta. También la costa ha sufrido los efectos de la bajada de la demanda, influenciada en parte por la inseguridad de los compradores internacionales y las restricciones.

[Fuente: El Correo y Pisos.com ]

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